viernes, 20 de octubre de 2017

Por desgracia, el fútbol español sigue amenazado por algunos grupos ultras que sólo buscan utilizar los estadios como instrumento de propaganda y de generación de violencia.

 
El fútbol español sigue amenazado por algunos grupos ultras que sólo buscan utilizar los estadios y el fútbol como instrumento de propaganda y para generar violencia. La RFEF acaba de enviar una circular a todos los clubes para poner en conocimiento una serie de acuerdos de la Comisión Estatal contra la Violencia encaminados a acabar con estos grupos radicales. Tanto desde el punto de vista de tratar de erradicarlos así como "evitar cualquier forma de promoción y visibilidad de este grupo de aficionados tanto en los encuentros en los que el equipo al que apoyen actúe como local como cuando lo haga en calidad de visitante".

Así mismo en la circular se hace constar el deseo desde la propia Comisión de que todos los clubes y SAD "incluyan en su política de seguridad y orden público dentro de sus instalaciones, medidas consistentes en vigilar y/o impedir la entrada de pancartas pequeñas, banderas pequeñas y bufandas con el nombre y símbolos de los grupos aficionados incluidos en el antedicho listado provisional".

Esta circular de la Federación no hace sino reflejar la profunda preocupación de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.

Lo más preocupante es que actualmente existen todavía, a tenor del organismo estatal, nueve grupos radicales en España. Seis cohabitan en clubes de Primera División. Tres de ellos son famosos y conocidos como Frente Atlético, Riazor Blues y los Biris Norte del Sevilla. Además están los Malaka y Frente Bokerón del Malaga junto al Iraultza del Alavés. En Segunda dos conviven en el Zaragoza, Ligallo Fondo Norte y Avispero. El tercero es el Jove Elx del Elche Club de Fútbol.

La Comisión recuerda que la prevención de la violencia no puede llevarse a cabo "sin la colaboración activa de todos los implicados" y que son los propios clubes los que pueden prohibir la entrada de estas pancartas, bufandas o pequeñas banderas, "potencialmente incitadoras de violencia verbal y física, a través de sus normativas internas". Se ahí la propia circular de la RFEF instando a los clubes a que impidan y eviten la entrada de las mismas.

La propia Comisión expresa su preocupación dado que estos grupos radicales "exponen sus pancartas no sólo en los encuentros como local sino también cuando son visitantes... incluso preferiblemente cuando su equipo es visitante en la clara intención de evitar propuestas sancionadoras contra el club del que son seguidores", y buscando que las culpas puedan caer en el club que actúe como local, además de "provocar reacciones hostiles del resto de los asistentes".

Inmediatamente después recuerda que son los clubes los culpables de "permitir facilitar el despliegue de pancartas en el interior de los estadios" y más de grupos que hayan ya sido sancionados.

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