«Yo empecé en el taxi por casualidad», explica María Arribas Torrellas (Valladolid, 1979), pese a su juventud, una de las taxistas más veteranas de la ciudad. Cuando cumplió los 18 años comenzó a conducir el vehículo de su padre, «lo hacía por no quedarme todo el tiempo en casa, mientras preparaba las oposiciones» y ahora se ha convertido en su medio de vida. Cuando bajó la bandera en 1997 ella era una de las tres mujeres taxistas que había en la ciudad. La veda la abrió Raquel Rúa, en 1981 (estuvo al volante hasta 1990) y desde entonces, nuevas mujeres se han sumado al sector. En la actualidad son 38 sobre un total de 447 licencias en Valladolid capital. Son minoría. Y un porcentaje muy reducido, en comparación con otras ciudades como Madrid, Oviedo o Gijón.
Asturias será precisamente este fin de semana el lugar de encuentro para las mujeres taxistas de toda España, que han lanzado un calendario con el objetivo de «animar a todas las mujeres a eliminar tópicos y temores. También queremos que sirva para que se decidan a unirse a esta magnífica profesión», explican desde la Federación Española del Taxi. Además, las taxistas participantes en esta iniciativa han creado un grupo de facebook para compartir experiencias y problemas.
Problemas que, en muchos casos, son iguales para hombres y mujeres. «En Valladolid, por ejemplo, nos encontramos con que hay muchas licencias para el volumen de trabajo. El Ayuntamiento ha decidido ampliar descansos, pero esa no es la solución», asegura María, quien también critica el recorte de espacio en las paradas.
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