En conmemoración de la semana contra el racismo, La organización Movimiento contra la Intolerancia ha realizado ‘El Mapa de la Intolerancia’, una exposición en el Espacio Joven Sur de Valladolid con el objetivo de mostrar distintas manifestaciones de la intolerancia para buscar soluciones.
Dicha exposición estaba divida en varios carteles que explicaban las diferentes formas que adopta la intolerancia y el primero de ellos presentaba una serie de conceptos. Olga Hurtado, responsable de la asociación en Castilla y León y encargada de guiar la exposición, comentaba que ‘la intolerancia se basa en prejuicios o desconocimiento del otro’. Olga se centró en uno de estos conceptos, la discriminación. ‘Es diferente al delito de odio. La discriminación se da cuando a ti no te tratan por igual en un determinado contexto. Un delito de odio es una infracción penal que tú cometes contra otra persona por su condición’.
Olga se encargó de resaltar que, aunque ahora las victimas de los delitos de odio están mucho más protegidas que hace algunos años, en la actualidad siguen existiendo trabas y problemas a la hora de denunciar, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces los jueces no se instruyen bien en el caso. Uno de los sucesos más sonados y recientes fue el del youtuber Reset, que dio una galleta Oreo rellena de pasta de dientes a un indigente, motivo por el que fue condenado a quince meses de cárcel y cinco años sin redes sociales. “Se avanza a medida que se dan condenas sancionatorias por delitos de odio”, remarcó Olga.
‘Los colectivos que sufren las situaciones de intolerancia las siguen sufriendo a día de hoy porque es muy difícil romper el prejuicio’, resaltaba Olga al explicar las principales campañas realizadas en Europa. Estas fueron la Campaña Europea de la Juventud contra el Racismo, la Xenofobia, el Antisemitismo y la Intolerancia; y la campaña realizada por las Naciones Unidas para celebrar el Año Internacional para la Tolerancia, ambas en 1995. A partir de este año se celebran actos por toda Europa por la tolerancia.
‘Cuando somos pequeños, somos incapaces de estructurar un prejuicio, mientras que cuando crecemos, te vas alimentando de prejuicios, por eso muchas veces tienes que intentar resetearte. Tenemos que ir educando en estos estereotipos’, explicaba Olga.
La siguiente parte de la exposición se centró en la intolerancia que sufre el pueblo gitano, que lleva conviviendo con nosotros más de 500 años y que es objetivo de discriminación a diario por parte de la población no racializada. Para aportar contexto a la convivencia con el pueblo gitano, Olga mencionó la asunción del caló y del romanó en el español. “Pinreles viene del caló. Es una palabra que hemos absorbido nosotros, pero viene de su idioma. La interculturalidad va a hacer que cambien muchas cosas o que asumamos palabras de otros países. La cultura avanza”.
El modelo que tenemos de personas gitanas también cambia y lo sigue haciendo. Por ejemplo, en Valladolid, la concejala delegada especial de Convivencia y Mediación Comunitaria, Carmen Jiménez, pertenece a la comunidad gitana. Olga también quiso recalcar que hoy en día todavía existe un alto grado de gitanos que no se gradúan en estudios de secundaria. ‘Hasta la Constitución no existía una igualdad de derechos para el pueblo gitano, por eso los niños empiezan a matricularse en los años 80 en los colegios’.
La exposición continuó con la concienciación sobre la xenofobia, momento en el que Olga recordó la agresión que sufrió en 2007 una chica ecuatoriana de 16 años en el metro de Barcelona. La chica no se atrevió a denunciar. Fue su madre la que vio a su hija en televisión y animó a la joven a dar el paso. Sin embargo, la sentencia condenatoria determinó que el agresor estaba bebido y que no era consciente de sus actos. “La persona que comete un delito de odio selecciona a la víctima por su condición. La diferencia de una víctima de delito de odio con una víctima común es que, con la víctima de odio, su agresor manda un mensaje: hoy eres tú, pero mañana puede ser otro”, resaltó Olga.
Bajo el marco de la crisis migratoria que sufrimos actualmente debido a la guerra en Ucrania, la charla reservó un espacio para hablar sobre refugio y asilo. Olga afirmó que ‘es una obligación de cualquier estado la protección y el asilo a las personas por la Declaración de Derechos Humanos. El refugiado, a diferencia del inmigrante, quiere quedarse cerca de su país de origen para volver en cuanto pueda’. Olga también quiso dejar claro que poco a poco vamos a ver más refugiados medioambientales.
Otro de los temas tratados fue la homofobia. Movimiento contra la Intolerancia pone gran parte de sus esfuerzos en inculcar su mensaje a la gente joven a través de charlas y actividades en colegios y universidades, así que es importante ofrecer un discurso en contraposición a los planteamientos homofóbicos. ‘Es una opción natural y nos debería dar igual lo que le guste a una persona. El discurso homofóbico en el aula se puede dar y hay que apoyar a las víctimas’. Los datos abalan a Olga, ya que un reciente estudio realizado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales demuestra que, durante 2021, el 88% de las personas trans han sentido emociones como tristeza, miedo o el intento de suicidio.
Uno de los últimos temas tratados en la exposición fue los discursos de odios originados por los grupos neonazis, sobre todo los provenientes del fútbol, con la historia de Aitor Zabaleta, que murió en el estado del Atlético de Madrid asesinado por un aficionado ultra del equipo. A partir de su asesinato, la ley del deporte cambió y se prohibieron las gradas ultras.
La exposición terminó con una reflexión. ‘Vamos a tender a ser sociedades interculturales, convivimos con diversidad. A diferencia de otros países, en España se intenta que las políticas sean interculturales’. Olga remató con lo que para Movimiento contra la Intolerancia es la tolerancia: “aceptar, respetar y apreciar la diversidad”.
Movimiento contra la Intolerancia ofrece atención a víctimas. Si sufres algún tipo de acoso puedes ponerte en contacto con ellos a través de su correo electrónico valladolidmci@gmail.com o a través de su número de teléfono 983 37 45 07, con horario de 9:00 a 15:00.
Puedes leer el artículo aquí: http://www.informauva.com/
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