jueves, 22 de septiembre de 2011

Casos de acoso a través de las redes sociales que utilizan los menores

Carlos Gil – Zamora
Casos de acoso a través de las redes sociales que utilizan los menores, sobre todo «Tuenti», más que «Facebook», son los que más frecuentemente llegan a la Policía Nacional de Zamora, en tanto que los de explotación sexual son más raros, aunque sí se han detectado de difusión o intercambios de ficheros. Así lo explicó la inspectora jefa del Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría de Policía de Zamora.

El colegio o el grupo de amigos es el lugar de donde suelen salir los acosos en Internet, que consisten normalmente «en insultar, humillar, vejar al otro a través de las redes sociales. Se utilizan insultos o fotos comprometidas, e incluso montajes». Normalmente «subyace algún problema tipo rencilla y se vengan de esa forma». La Policía intenta, sobre todo «dar una respuesta rápida a los padres, porque suelen estar muy angustiados por el sufrimiento de sus hijos». Soluciones rápidas como cambiar de cuenta de correo y otras «que puedan aliviar un poco el problema. Después se puede iniciar un proceso judicial para determinar quién es el autor de los acosos y llevarle ante el juez o si es menor, la fiscalía de menores».

Entre los consejos prácticos: «Educar a los menores en el uso de las nuevas tecnologías. Igual que enseñamos a los niños a pasar el semáforo en verde y no en rojo y a circular por la vida, hay que enseñarles también qué es lo peligroso de Internet y las redes sociales». La sensación de anonimato del ordenador es uno de los factores que favorece estas conductas, pero, advierte la inspectora, «todo en Internet deja huella y se le puede seguir la pista».

Soledad Hernández es la madre de un niño de 11 años nos hablo de una experiencia de caso real de acoso a través de Internet cometido contra su hijo por el entrenador de su equipo de fútbol, de las categorías inferiores del Sporting de Gijón. «Fue casual, vi una conversación del entrenador con mi hijo por el ordenador que no me gustó nada. Cambié la contraseña y me hice pasar por el niño durante diez meses. Conservé las declaraciones, él reconoció que hablaba con un niño de 11 años, porque no sabía que era conmigo y lo condenaron por falta de vejaciones. No es una pena muy grande, pero al menos conseguimos que dejara de ser entrenador de fútbol de los niños».

La psicóloga Charo Gago describió sobre los problemas psicológicos derivados del mal uso de las nuevas tecnologías, sobre todo cuando hay una situación de acoso. Surge una sensación de indefensión en la víctima, porque ve «que no puede hacer nada, porque todo se va difundiendo por la red con una progresión geométrica». Puede producir cuadros de depresión, ansiedad o falta de control de la ira. Alertó también de la posibilidad de que se cree un cuadro adictivo, por lo que recomendó controlar el número de horas que los hijos están en el ordenador, así como colocar la máquina en un lugar común de la casa, no reservado.

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