El Día Internacional de la Paz fue
establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en 1981, para decretar que cada 21 de
Septiembre fuera un día de cesación del fuego y
de no violencia a nivel mundial, y se dedique a reforzar los ideales de paz en
todas las naciones y los pueblos del mundo.
El lema de la
celebración de este año es «Alianzas para la paz, dignidad para tod@s», con el
fin de resaltar la importancia de que todos los grupos sociales trabajen juntos
para lograr la paz, pero nuevamente la actualidad nos obliga a retomar el viejo lema pacifista del NO A LA GUERRA.
Como consecuencia de la guerra, nos enfrentamos a la peor "crisis
humanitaria desde la II Guerra Mundial, En los primeros seis meses del año más
de 400.000 personas han solicitado asilo en los países europeos, más del doble
que en el mismo período del año anterior y un 21% más que en todo 2014. Cada
día, 3.000 personas intentan cruzar las fronteras de Europa. El caso más grave
es el de Siria, cuyo conflicto armado entra en su quinto año y las cifras de
sus consecuencias son 220.000 muertos, 11 millones de desplazados, 3,9 millones
de refugiados y 12,2 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria
para subsistir.
Y en este
contexto de violación continua de los derechos humanos y ataque a la dignidad
intrínseca de las personas, asistimos incrédulos a un aumento de la xenofobia y
la intolerancia, constatable en discursos políticos, medios de comunicación y
redes sociales, que atenta contra los
valores democráticos y socava la
convivencia pacífica, dejando a su paso un sinfín de victimas. No podemos
olvidar que el discurso de intolerancia es la antesala de los delitos de odio.
Por eso hoy, Día
Internacional de la Paz, desde
Movimiento contra la Intolerancia queremos recordar que es fundamental desplegar diversas
estrategias preventivas que neutralicen el problema en su raíz de manera
integral, que arrebaten clientela a la Intolerancia y el Odio, que abonen
la sociedad con valores fundamentales de nuestra democracia, como la
Tolerancia y la Solidaridad. Para ello es necesario la colaboración y el
trabajo conjunto de las instituciones, las entidades sociales y la sociedad
civil, con el objetivo de impulsar una conciencia de implicación,
participación y responsabilidad en la construcción de la PAZ.
“Puesto que
las guerras nacen en las mentes de las personas, es en las mentes de las
personas donde debe erigirse los baluartes de la paz”.
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