Así
lo refleja en el Informe Raxen 2021, un referente anual en el que
monitoriza incidentes o hechos relativos al racismo, xenofobia,
antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de
intolerancia, discriminación y violencia, publicado hoy.
Movimiento contra la Intolerancia estima unos 6.000 incidentes al año, «cifra que triplica los datos oficiales del Ministerio del Interior», según señala a Confilegal el presidente de esta asociación, Esteban Ibarrra, y apunta que «solo se denuncian entre un 20 y 25% de los hechos, según informan las instituciones europeas».
«Las
redes sociales, convertidas en grandes protagonistas, han albergado una gran
cantidad de mensajes relacionados con el discurso de odio, especialmente de
naturaleza xenófoba, racista y de odio ideológico, también
de homo/transfobia, antisemitismo, hispanofobia, antigitanismo,
misoginia, y otras formas intolerancia», refleja el Informe Raxen.
Datos
que «no difieren esencialmente de otros países de la Unión Europea, aunque en
España la situación es mejor que en otros países, como Francia, Alemania y Gran
Bretaña», manifiesta Ibarra.
«El discurso de odio en España se desarrolla en redes sociales e Internet y se agudiza especialmente en momentos de crisis de fronteras y de polarización política; el antisemitismo se difunde con grandes campañas internacionales; y la hispanofobia por intolerancia lingüística», explica Esteban Ibarra, y denuncia la ausencia de la protección universal de la víctima y de planes contra el racismo y el antisemitismo en nuestro país.
El
informe Raxen también advierte del crecimiento de actitudes de
intolerancia hacia personas por algún factor diferencial,
«que es la raíz del problema de polarización y extremismo en España, y el
impulso de dinámicas totalitarias que va mutando con aspectos democráticos». Esteban
Ibarra señala que las fiscalías de delitos de odio se ven desbordadas por estos
incidentes y que las plataformas de redes sociales incumplen sus códigos de
conducta, que están obligados a la eliminación de estos mensajes en todas las
perspectivas: ideológicas, religiosas, por orientación sexual y otras.
Movimiento contra la Intolerancia critica «el retraso de España para luchar contra este problema que contrasta con la puesta en marcha en la Unión Europea de un Plan de Acción contra el Racismo (2020-2025) y la aplicación de la Estrategia de lucha contra el antisemitismo (2020-2030), mientras aquí aún no se dispone de ningún instrumento político, más allá de la antigua Estrategia contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia (2011), superada y deficitariamente aplicada, pese a las advertencias de los organismos internacionales que detectan como factores inquietantes en Europa la xenofobia, antisemitismo y polarización ideológica, a lo que hay que añadir una insuficiente deslegitimación educativa de la intolerancia».
«La
protección universal de la víctima de delito de odio no se ha alcanzado en
España, lo que supone un déficit grave al no incorporarlo en la modificación
del Código Penal llevada a cabo el pasado junio en la Ley de Infancia, que solo
incorporó como factores nuevos de protección la edad, la aporofobia y la
exclusión social, olvidando el origen territorial, la lengua, la discriminación
genética y la discriminación general, como manda la Constitución y los tratados
internacionales», lamenta Ibarra.
Critica que «el Legislativo y el Gobierno han sido escasamente proactivos al respecto», y reclama que «apuesten por la prevención y atención a las víctimas» para poner coto a esta lacra.
Movimiento
contra la Intolerancia aboga por la defensa de una migración segura, ordenada y
regular frente a la xenofobia, y señala el peligro del odio identitario, la
hispanofobia y los conflictos de naturaleza lingüística o por origen
territorial.
Estos informes se iniciaron en 1995 «a raíz de las graves agresiones y asesinatos a manos de neonazis y racistas tras la unificación de Alemania, que dio lugar al desarrollo de estos grupos que se expandieron por toda Europa». Ofrecen una radiografía de la situación, «imprescindible para investigar, analizar e incluso plantear políticas de prevención criminal y de apoyo a las víctimas».
Movimiento
contra la Intolerancia se gestó tras el asesinato de la inmigrante
dominicana Lucrecia Pérez, del que este año se conmemorarán 30 años el 13 de
noviembre, y lleva 3O años de activismo por los derechos humanos.
El 1 de enero de 1991, Ibarra inició esta andadura en un proyecto denominado ‘Jóvenes contra la Intolerancia’, una iniciativa dirigida fundamentalmente al ámbito escolar «para promover desde el ámbito educativo valores democráticos y la tolerancia». También realizó actividades de solidaridad con las víctimas del racismo, la xenofobia, el antisemitismo y otras formas de intolerancia y a partir del asesinato de Lucrecia Pérez cometido por un grupo de neonazis en noviembre de 1992, en Aravaca (Madrid), esta iniciativa juvenil se transformó en Movimiento contra la Intolerancia.
Esta asociación hace un llamamiento a
todas las administraciones para que impulsen «la educación para la tolerancia y los derechos humanos conforme prescribe la UNESCO en su declaración
de principios,» y reclama una Ley Integral
de Protección Universal de las Víctimas de Delitos de Odio «para abordar esta lacra en todos los ámbitos
desde la prevención hasta la sanción y la asistencia a la víctima». Una
reivindicación apoyada por más de 150 asociaciones.
Artículo: https://confilegal.com/20220412-movimiento-contra-la-intolerancia-advierte-del-cremiento-de-la-xenofobia-y-el-odio-ideologico-en-2021-en-espana/
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