Controlar el móvil, la ropa que viste, sus salidas, sus
comentarios en las redes sociales. Amenazar. Insultar. Empeñarse en hablar con
ella a pesar de haberlo 'dejado'. Formas de violencia cada vez más familiares
entre adolescentes y jóvenes,
de las que sin embargo no parecen tener conciencia. Los expertos llevan tiempo
alertando de una tendencia que -estudio tras estudio- los datos
corroboran: el crecimiento
de los casos de violencia de género entre menores.
El último en confirmarla es el Informe Anual de la Fundación Anar, que señala que desde 2009 se han multiplicado por 10 el número de llamadas por violencia de género y, solo el año pasado, se registraron un 34,9% más. En concreto, en 2015 fueron 318 los casos de menores adolescentes que contactaron por maltrato de su pareja o ex pareja, la mayoría (el 85%) de nacionalidad española.
En
la mitad de los casos, el
agresor tenía más de 18 años. "Incluso hay agresores de
40, 50, 60 años", revela Benjamín Ballesteros, psicólogo y director de
programas de Anar, que llama la atención sobre el hecho de que muchos padres no sepan que sus
hijas menores tienen una relación de pareja. "El
10,2% de los casos eran niñas de entre 13 y 14 años",
niñas que están sufriendo violencia física, psicológica y sexual, y, sin
embargo, no son conscientes de que son víctimas de violencia de género.
"En
muchas ocasiones, cuando llaman, no hablan de violencia de género, sino, por
ejemplo, de problemas relacionales en el colegio u otro tipo de
conflictos". Un hecho que propicia que ni denuncien, ni tengan la intención
de hacerlo. "No identifican el grado del problema ni tampoco lo cuentan en
casa", añade Ballesteros. Podeís leer toda la noticia AQUÍ
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