La acusación acusa a los acusados de formar una trama organizada para financiar organizaciones fascistas y reclama la disolución de las dos bandas musicales
La Fiscalía pide penas de hasta
11 años de cárcel para una decena de integrantes de un entramado dedicado a
distribuir música neonazi y a vender todo tipo de "merchandising"
vinculado con la simbología fascista, con el que facturaron 2,4 millones de
euros en cuatro años.
En su escrito de acusación, el
fiscal de Delitos de Odio y Discriminación acusa a la decena de neonazis, siete
de ellos con antecedentes penales, de los delitos de asociación ilícita, contra
los derechos fundamentales y difusión de ideas, tenencia de armas y difusión de
ideas genocidas.
Entre los acusados figuran tres
miembros de 'Batallón de Castigo', banda emblemática de la llamada música RAC
(Rock Again Communism) que fue fundada en 1991 por presos fascistas en la
prisión de Alcalá-Meco y cuyo líder fue condenado por matar a cuchilladas a un
joven de 19 años de ideología opuesta.
Disolución de los grupos musicales
La Fiscalía pide para cada uno de
los acusados penas que oscilan entre los cinco y los once años, además de
multas superiores a los 7.000 euros, y reclama la disolución de los grupos
musicales 'Batallón de Castigo' y 'Más que Palabras', así como la clausura de
las empresas controladas por el entramado y sus páginas web.
La investigación que condujo a
destapar el entramado de neonazis comenzó precisamente con un seguimiento a
grupos de música RAC, un género relacionado con el movimiento
"skinhead" que surgió en la década de los 70 para difundir el llamado
"discurso del odio", por lo que sus letras contienen exaltaciones de
la violencia contra judíos, gitanos, homosexuales, comunistas e inmigrantes.
Los investigadores constataron
que los conciertos de esas bandas servían como "método de financiación de
organizaciones y asociaciones" fascistas y que en los mismos eran
habituales las agresiones y peleas, así como actos de enaltecimiento del
régimen nazi del III Reich, mantiene la Fiscalía en su escrito.
En la causa se constató la
vinculación de esos grupos musicales con "todo un entramado organizado de
forma empresarial" que tenía por objetivo no solo la venta y distribución
de discos RAC, sino también de "todo tipo de merchandising" vinculado
al nazismo, como camisetas o pegatinas con símbolos del III Reich y lemas
fascistas o xenófobos.
Trama organizada
Según el ministerio público, los
encausados formaban parte de una "trama organizada" integrada por
varias empresas en apariencia desvinculadas -entre ellas discográficas-,
mercantiles dedicadas a la serigrafía y un tienda en Madrid desde la que se
vendía el "merchandising" fascista.
Esa actividad, añade el fiscal,
generaba "cuantiosos beneficios económicos" que servían para
financiar la actividad de propagación y difusión de ideología fascista de la
trama, que entre los años 2007 y 2011 sumó ventas por 2,4 millones de euros,
tanto a través de internet como de la tienda que la red tenía en Madrid.
En opinión del ministerio
público, la "iconografía y simbología" del material que distribuía la
trama "cumplía una función política de divulgación de la cultura del odio
y de la exaltación" del régimen nazi con el fin de que fuera usada
"por los grupos urbanos violentos denominados skinheads o captar nuevos
adeptos".
Fuente de la noticia: El Periódico
Fuente de la noticia: El Periódico
0 comentarios:
Publicar un comentario