Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, tiene claro que los grupos ultras son los
instigadores del racismo en el fútbol. Y culpa a todas las partes (clubes,
instituciones, Fiscalía) de inmovilismo a la hora de actuar.
Este activista por los derechos
humanos ha atendido a THE OBJECTIVE para hablar del incidente de Vinicius Jr. en Mestalla, que su asociación ha
denunciado junto a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ante la
Fiscalía por delito de odio.
PREGUNTA.- ¿Es España un país racista?
RESPUESTA.- En modo alguno. En
todos los estudios que tenemos queda reflejado que España es uno de los países
más tolerantes. Lo que no quita es que existen conductas en el seno de la
sociedad, como existen también en el mundo del fútbol, donde hay un grupo
pequeño que impone su comportamiento.
P.- ¿Le pareció bien la actitud de Vinicius señalando a los culpables?
R.- Bueno, no es motivo de hacer
una valoración. Lo que hizo Vinicius es reaccionar ante unas personas que le
estaban insultando, y lo hizo señalando a esas personas. Un Vinicius que, como
va con los cascos puestos, no se apercibió que ya le estaban insultando cuando
bajó del autobús, insultos que siguieron en el terreno de juego y continuaron
cuando volvió a subirse al autobús. Es un daño a la dignidad.
P.- ¿Cree que el árbitro hizo bien o debió suspender el partido?
R.- Yo creo que se hicieron las
advertencias correspondientes por megafonía pero después los insultos
continuaron, por lo que debió suspender temporalmente el encuentro. Y en caso
de persistir estos insultos, ya haberlo suspendido totalmente.
P.- ¿El jugador debió haberse ido del partido como ya quiso hacer
Samuel Eto’o en su momento?
R.- Vinicius es víctima de un
comportamiento racista y la respuesta, dentro de la legalidad, es el jugador
quien la decide. Es una decisión personal. Si finalmente no se fue, y se
hubiera ido, es una decisión del futbolista y entiendo que conforme le aconsejó
el club.
P.- ¿Como se explica que haya diez denuncias y todavía no se haya
cerrado un estadio de fútbol? ¿O que la fiscalía no considere suficientes los
gritos en los exteriores del Metropolitano?
R.- Porque no se están tomando en
serio el alcance de estos hechos. Las instituciones son permisivas y su
reacción es indolente. En este país tenemos dos leyes para poder actuar, la
administrativa y la penal. Nosotros desde el Movimiento contra la Intolerancia
hemos hecho muchas denuncias y nos las han archivado porque no ven motivos
suficientes. Lo que hay que hacer es profundizar e investigar. Es muy sencillo,
poner una cámara. Porque detrás de estos insultos a Vinicius hay una acción
organizada.
P.- ¿Que medidas considera Esteban para acabar con esta situación?
R.- Hay que apuntar al corazón
del problema, que son los grupos ultras que aprovechan un campo de fútbol y la
excitación de la gente para realizar este tipo de actuaciones. Lo han hecho con
Iñaki Williams, Vinicius… Pero como hay impunidad…
P.- ¿Y quiénes son los culpables? ¿Las autoridades del fútbol, clubes,
aficiones?
R.- Todos tienen una
responsabilidad. Por un lado, el Consejo Superior de Deportes que lleva más de
10 años sin convocar al Observatorio del que formo parte. Luego está la propia
Comisión Nacional contra la Violencia, que debe asegurar que las sanciones que
proponen se cumplen. Y por supuesto la propia Fiscalía de Delitos de Odio, que
debe dejar de banalizarlos.
También los clubes tienen su
responsabilidad, por supuesto, porque son ellos quienes alientan a estos grupos
ultras con unas zonas específicas, les dan entradas… ¿No lo ven? El derecho al
insulto no existe y el insulto racista en un delito de odio.
P.- ¿Por qué esto se da sobre todo en el fútbol y no en otros deportes?
R.- Porque el fútbol es un
deporte masivo y además es una caja enorme de resonancia enorme. Además, la
presencia de estos grupos les da poder. En la Final de la Final Four de
baloncesto había muchos jugadores de color y no hubo insultos. ¿Por qué? Porque
aquí no hay grupos ultras, que son quienes mueven y contaminan a la gente.
Aunque estos también se dejan infectar. No vale todo para tratar de ganar un
partido.
P.- ¿Le parece lógica la reacción del Gobierno brasileño?
R.- Es una reacción que se puede
entender lógica porque están tratando de defender a un deportista de su país.
P.- ¿Cree que hay una hipocresía porque ahora se habla de esto y luego
se muere?
R.- Es lo que ha pasado siempre.
Tiene mucho impacto al principio y luego se olvida. Esto debe servir de
experiencia e igual que cuando sucedió lo de Samuel Eto’o se dio el paso para
aprobar la ley, ahora debe servir para que se aplique con firmeza.
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