Levante.- Se empieza
controlando el móvil de ella, le siguen las coacciones, insultos,
ridiculizarla. Se sigue aislándola de sus amigas y de su entorno, controlando
sus mensajes y su manera de vestir, amenazándola, chantajeándola. Y se acaba
con los golpes. Aunque no es lo único que duele de la violencia de género.
Este «ciclo de
violencia machista» se reproduce, y mucho, ya en la adolescencia. En las
primeras relaciones. Según los barómetros que realiza el ministerio, un 25 % de las adolescentes tienen el móvil
controlado por su pareja, y el 22 % han percibido alguna conducta machista.
Esta violencia al principio es sutil, pero se puede detectar antes de acabar encerrada
en la jaula de la violencia machista. Con este objetivo, la Conselleria de
Igualdad ha publicado la guía ‘Atención a víctimas adolescentes de la violencia
de género en pareja y a sus familias’, para prevenir antes que celebrar un
minuto de silencio.
«Llevamos un inicio de año negro, y eso significa que la
administración está llegando tarde, por eso queremos incidir muchísimo en la
adolescencia y lo más pronto posible, para que las propias chicas puedan
detectar las conductas tóxicas y cortar rápido», explica la directora del Institut Valencià de les Dones, María Such.
Este documento nace como una herramienta de trabajo para los
profesionales que trabajan con
adolescentes, pero también para los docentes e incluso familias para
combatir la violencia machista en la población juvenil. El objetivo es
proporcionar una serie de herramientas para identificar y cortar las etapas
previas a la violencia física.
Such asegura que «los datos de prevalencia de conductas de
control y desvalorización entre personas adolescentes apuntan a un crecimiento
generalizado en todo el estado, incluida la Comunitat». La Delegación del
Gobierno para la Violencia de Género alertó de que la incidencia de este tipo
de conductas en personas menores de edad
era muy superior (25 %) que de las mujeres adultas (9,6 %).
Aún queda camino por avanzar hacia la igualdad real y más
teniendo en cuenta que, según el último informe del Centro Reina Sofía de la
Fundación Fad Juventud, centrado este año en las nuevas masculinidades, uno de cada tres hombres jóvenes piensa que el
feminismo busca perjudicarles. Además, uno de cada dos creen que los
hombres están desprotegidos ante las denuncias falsas por violencia de género y
el 25 % de los jóvenes (ellos y ellas) piensan que el feminismo no es necesario
porque ya hay igualdad entre hombres y mujeres.
Varias fases
Primero va el maltrato
psicológico, y luego llega el físico. Pero antes de llegar a la última fase hay
un montón de señales que pueden identificarse y que dan pistas para poder
intervenir con la persona. «Los padres
lo pueden ver claramente si de repente perciben un cambio en la forma de
vestir, que su hija esté más nerviosa o con falta de autoestima para expresar
su opinión, pueden darse cambios de ánimo, menos ganas de comer, más conflictos
familiares, menos rendimiento en clase, aislamiento de sus amigas… Son un
montón de factores que también pueden detectar los docentes», cuenta Such.
Beatriz Martín, directora de la Fad, Beatriz Martín,
directora de la Fad juventud explicó que «nos
preocupa el negacionismo de la violencia de género en la juventud, que crece
respecto a otros estudios». Se refiere a una muestra que se realizó con
jóvenes de toda España en el mes de mayo de 2022.
Otra de las conclusiones del citado estudio es que uno de cada cuatro hombres jóvenes piensan
que por culpa del feminismo es difícil ligar y casi la mitad creen que no
se puede debatir con feministas porque te acusan de machista muy rápido.
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