Una concentración «antifascista» contra la protesta de un grupo de ultraderecha acabó con dos detenidos. Después, la Marcha por la Dignidad se desarrolló sin incidentes pero ambas transcurrieron entre un espectacular despliegue policial
El centro de Burgos vivió ayer cuatro horas de tensión, entre las 18 y las 22, manteniendo en vilo a quienes paseaban por sus calles y a las fuerzas de seguridad, que desplegaron un espectacular operativo de seguridad con decenas de agentes y una quincena de vehículos policiales.
La coincidencia de dos manifestaciones de signo político contrario había activado la alerta entre las fuerzas de orden público, que en todo momento se empeñaron en evitar incidentes entre los participantes de una y otra manifestación. Finalmente la tarde-noche se saldó con dos detenidos del grupo denominado «antifascista» que respondió a la convocatoria estatal ‘Contra la politización de la educación’ de la organización Respuesta Estudiantil, vinculada recientemente por la propia Policía Nacional con tendencias de «extrema derecha» tras varias detenciones practicadas en Valladolid.
La tarde de nervios comenzaba minutos antes de las 18 horas, cuando los alrededor de 150 manifestantes de Respuesta Estudiantil llegaban al entorno de la plaza de España enarbolando banderas de su organización y de España. Allí les esperaban para ‘recibirlos’ alrededor de 200 antifascistas que a través de las redes sociales habían hecho un llamamiento para responderles, pese a no haber comunicado oficialmente su concentración.
Rápidamente los jóvenes de izquierdas fueron rodeados por un cordón policial que los mantuvo encerrados en todo momento, sin posibilidad de acercarse a los de derechas. La distancia evitó que hubiera peleas o lanzamiento de objetos, pero no evitó cruces de insultos al paso de la manifestación por la plaza de España, cuando arrancó oficialmente a las 18.30, mientras parejas de avanzada edad y familias enteras miraban asombradas el despliegue policial y el intercambio de ‘lindezas’.
Respuesta Estudiantil hizo el recorrido habitual por el centro, con cánticos en favor de la educación pública, contra la banca y el Gobierno, pero también en favor de las «ayudas sociales para los nacionales» hasta acabar en la Plaza Mayor, donde de nuevo hubo enfrentamientos verbales con jóvenes de izquierdas y donde la presencia de varios vehículos policiales ejerció de barrera física entre ellos.
Las detenciones. Fue en el momento en el que el grupo de ultraderecha se disolvía y regresaba a la plaza de España cuando se produjeron dos detenciones, de un varón y una mujer, miembros del grupo antifascista, acusados de haber provocado la rotura del cristal de una entidad bancaria.
Los arrestos encendieron los ánimos entre los componentes de este grupo de izquierdas, que rápidamente se dirigieron a la plaza del Cid, donde a las 20 horas comenzaba la Marcha por la Dignidad convocada contra la corrupción y reclamando ‘Pan, trabajo, techo y dignidad’.
Nada más llegar los jóvenes al punto de partida, donde ya esperaban varios cientos de participantes, una piedra voló hasta impactar contra una de las ‘lecheras’ de la Policía Nacional y reactivó la alerta entre los agentes.
Sin embargo, esta manifestación a la que se habían sumado varios partidos, sindicatos y plataformas progresistas de Burgos, y que suponía la conclusión de una semana de movilizaciones desarrolladas por toda España, transcurrió sin más incidentes por el mismo recorrido habitual de las manifestaciones del centro histórico, entre cánticos contra los recortes del gobierno en sanidad, educación y ayudas sociales, los desahucios y la corrupción política y económicas.
Al finalizar la protesta, a la que se sumaron unas 700 personas, un pequeño grupo se dirigió hacia la Comisaría de la Policía Nacional para reclamar la libertad de los detenidos unas horas antes. Allí se supo que los dos implicados alegaban en su defensa que los cristales de la entidad bancaria no habían sido rotos por ellos, sino durante las protestas de hace dos semanas contra la remodelación de la plaza de toros.
Poco después de las 10 de la noche los concentrados ante la comisaría, donde un buen número de agentes custodiaba los alrededores del edificio, se disolvieron mientras seguían protestando por las detenciones. Solo entonces la ciudad recuperó la normalidad.
http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZEC2C1008-AEDB-AB86-50FB7012CA2EC42B/20141130//dos/manifestaciones/signo/contrario/mantienen/vilo/centro/ciudad/cuatro/horas
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