El fútbol, escenario principal de los delitos de odio en España

Los delitos de odio registrados en España ha alcanzado los 1.300 casos de los que se han resuelto el 65%. La gran mayoría son ataques por la orientación sexual de las víctimas y agresiones racistas. Dentro de estos sucesos, también tienen lugar delitos de odio relacionados con los hinchas de los equipos de fútbol. Esto ha hecho que el Ministerio del Interior mire de cerca a los clubes y sus campos.

  

Las denuncias por los delitos de odio, que se han resgitrado hasta el momento, ascienden a casi 1.300. Lo alarmante de esto es que gran parte de ellas están relacionadas con el mundo deportivo. Debido a esto el Ministerio del Interior ha elaborado, recientemente, un protocolo para identificar mejor a las víctimas.

Según el Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez "hay un plan especial para la delincuencia de grupos juveniles en el que en este año por primera vez hemos incluido además de los radicalismo de extrema izquierda y derecha, también el radicalismos en el mundo deportivo", asegura.

Cada vez se escuchan más los cánticos homófobos, machistas por parte de las aficiones durante los partidos, e incluso fuera de él. "El fútbol es un espacio donde anida la intolerancia. Las gradas ultras del fútbol son auténticos viveros del odio. De ahí surgen personas o grupos que después del partido se van a cazar al diferente. El diferente puede ser el del equipo contrario" asegura Estaban Ibarra, miembro de Movimiento contra la Intolerancia.

Actos de violencia que ensucian la imagen del fútbol y los cuales suponen unas duras consecuencias para los familiares de los aficionados. Aitor Zabaleta, forofo de la Real Sociedad, le mató un radical del Atlético de Madrid de una puñalada. Desde entonces, Javier Zabaleta sigue preguntando "¿cómo se puede odiar hasta ese extremo de ser de otro equipo y matar a otro? Es que eso es incomprensible".

Este germen es cada vez más común y está llegando a los más pequeños como ha ocurrido en Cornellá. Tras una decisión arbitral, un grupo de padres del otro equipo, bajó al campo y agredió al segundo entrenador, menor de edad y magrebí, del equipo visitante. El primer entrenador de Molins de Rei CF afirma que "le dijeron moro de mierda".

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