El color de la piel, tener una pareja de su mismo sexo, un país distinto en el pasaporte o el rezo a otro Dios. Castilla y León registra cada mes una media de 4,5 delitos de odio, aquellos que escenifican una hostilidad contra ciudadanos por sus identidades, creencias u origen. Un total de 58 personas fueron víctimas en 2014 de estos sucesos.
En concreto, los delitos de odio están catalogados por el Ministerio del Interior como aquellos que se cometen contra una persona por su pertenencia a una etnia, raza, religión, discapacidad, orientación sexual, pobreza y exclusión social . Habitualmente, se trata de agresiones, hurtos, amenazas o daños contra sus víctimas, que el año pasado aumentaron en tres en la Comunidad con respecto a el año 2013.
Las personas con discapacidad se ubicaron en centro de la diana, como el principal blanco de quienes decidieron tomar el camino de la intolerancia, con veinte casos en los que el acto delictivo se realizó prevaliéndose de la discapacidad de la víctima, (física, psicológica, ancianidad...).
Le siguen de cerca, con 19 sucesos, aquellos casos en los que la discriminación apuntó hacia la orientación o identidad sexual de la víctima. Castilla y León contabilizó un tres por ciento de los delitos homófobos «conocidos» en España en 2014, un año en el que los ataques motivados por la orientación o identidad sexual se vieron incrementados en un 13,5 por ciento. Es el ámbito en el que a nivel nacional más incidentes se registran, sobre todo en Andalucía, donde se dieron el ejercicio pasado una media de un caso cada dos días.
No muy lejos de los sucesos por estas características se ubicaron aquellos relacionados con el racismo y la xenofobia. Un total de doce en 2014, tres menos que un año atrás, frente a la tendencia al alza que se registró en el conjunto de las comunidades autónomas.
Ninguno ante el desamparado
Así, algún tipo de discapacidad, la orientación sexual y el racismo y la xenofobia concentraron nueve de cada diez delitos de odio contabilizados en Castilla y León, siendo inferiores, pero no por ello menos trascendentes, los relacionados con creencias o prácticas religiosas (tres) o antisemitas (uno). No hubo ningún vinculado a la última condición que contempla el Ministerio para este tipo de actos, la hostilidad ante el pobre o desamparado.
Los distintos sucesos desembocaron en un total de 29 detenciones en las provincias de Castilla y León, una cifra que ubica a la Comunidad en el séptimo puesto del ranking nacional con menos arrestados por «odiar» la libertad del prójimo. Contrastan las cifras con las de Andalucía con 119 personas que fueron esposadas por estos delitos.
El perfil
El volumen de casos que se resuelve, de entre los conocidos -el Ministerio insta a que toda víctima de discriminación lo denuncie-, se esclarecen un 65,6 por ciento a nivel nacional, sin estadísticas regionalizadas en este sentido. El responsable por «delitos de odio», mayoritariamente es de sexo masculino, de 26 a 40 años y de nacionalidad española.
http://www.abc.es/local-castilla-leon/20150607/abci-delitos-discriminacion-dejan-victimas-201506062104.html
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