Considera que existen pruebas nuevas susceptibles de ser investigadas. La fiscalía de Menores ha reabierto el caso del fallecimiento de la alumna del colegio Santo Ángeles que se quitó la vida en abril de 2013 tras sufrir un supuesto acoso escolar por parte de varias compañeras. Con la reapertura de la investigación, el fiscal Jorge Caldevilla quiere recopilar nuevos testimonios y pruebas que ayuden a esclarecer si, como denuncia la familia, la situación que sufrió en el centro educativo le condujo al suicidio. Su madre, Montserrat Magnien denunció a cinco compañeras y a la dirección del colegio, que a su juicio no intervino para evitar la situación que estaba atravesando la chica.
El ministerio público decidió archivar el procedimiento a principios de año al no apreciar indicios de delito en el comportamiento de las alumnas supuestamente responsables ni de los responsables del centro. Sin embargo, a raíz de la aportación de nuevas pruebas, como comentarios amenazantes en las redes sociales, la fiscalía ha decidido reabrirlo. Los familiares de la víctima cambiaron de abogada para así dar un impulso al caso e instar a los tribunales a que volviesen a analizar los indicios anteriores y se examinasen también los aportados recientemente.
Entre el reciente material figuran testimonios de adolescentes que presuntamente presenciaron las situaciones vejatorias a que la joven fallecida se veía sometida a diario. Testimonios que aseguran que la insultaban con palabras como 'bollera' o 'virola' y que en alguna ocasión incluso llegaron a salpicarla con agua de los baños. La nueva demanda, a diferencia de la que fue recientemente archivada por la propia fiscalía de Menores, se centra exclusivamente en probar que existió un delito de acoso de escolar y elude entrar en si hubo una inducción al suicidio.
Una vez aceptadas las pretensiones de la madre, la fiscalía volverá a tomar declaración a los testigos, a los compañeros de clase de la adolescente, a los tutores y a los psicólogos que le llevaban el tratamiento en el centro de salud de Puerta la Villa.
El cuerpo sin vida de la menor de 14 años fue localizado en los acantilados de La Providencia. Había salido de casa como cada mañana para acudir al colegio de Cimadevilla pero en su lugar optó por subir al parque de San Lorenzo y arrojarse al mar.
Desde la dirección del Santo Ángel aseguraron tras su muerte que eran conocedores de que la menor estaba a tratamiento psicológico y que la ayudaron con todos los medios que tuvieron a su alcance, aunque «por cuestiones totalmente ajenas al acoso escolar». La versión de su madre difiere radicalmente. Asegura que no tenía ningún problema fuera del ámbito escolar y sufrió un grave acoso escolar por parte de varias compañeras que, incluso, la agredieron.
http://www.elcomercio.es/gijon/201406/20/fiscalia-reabre-caso-muerte-20140620004803-v.html
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