La fachada sobre el Consejo de la Juventud de Ponferrada reivindica la multiculturalidad y la tolerancia a través de un graffiti que refleja la mezcla de razas
Que el graffiti puede ser una forma arte está demostrado. Que el graffiti es una herramienta de reivindicación social, también. Así, la máxima expresión del arte urbano sirve para reivindicar desde hoy en Ponferrada la multiculturalidad, el mestizaje y la tolerancia desde la fachada sobre el espacio que alberga al Consejo Local de la Juventud en la capital berciana.
El artista graffitero se enfrenta a un mural inmenso, de grandes dimensiones, sobre el que se tiene que desplazar sobre una grúa para "dar vida" a un rostro femenino que mezcla razas y culturas en una imagen de gran belleza y que echa por tierra muchas de las críticas que se hacen "al uso de los sprays en la calle".
Desde la avenida de la Libertad, la estación de autobuses, la avenida de Asturias y desde las "jóvenes" escaleras del Instituto 'Virgen de la Encina' ahora se ve esa cara femenina que combina los rasgos típicos asiáticos, africanos y centro europeos para obtener la verdadera belleza multirracial.
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