domingo, 22 de octubre de 2017

Combatir el odio con diálogo: "Me pegan una paliza por lo que soy, no por lo que hago"


Educación, reeducación y diálogo. Estas son las vías para erradicar la intolerancia y el odio. En base a esta misión, la ciudad acoge las primeras jornadas pedagógicas Jerez sin odio —impulsadas por Ganemos Jerez— para hablar sobre la gestión de la diversidad social, la atención a los delitos del odio​ y la seguridad pública. 

Antonio Lobato, coordinador de Educación de la asociación ProDerechos Humanos de Cádiz, es el primero en entrar al debate poniendo el foco de atención en los centros escolares. "La escuela ha perdido su componente social, cada vez se construyen más fronteras, más muros". 

La falta de debate, sumada a la cantidad de información —sin filtros— que los adolescentes reciben a través de las redes sociales, genera una confusión y una crisis de identidad que puede derivar en conductas conflictivas. Todo dependerá del ámbito y de la forma en que cada uno adopte todos los mensajes de odio que circulan por internet o en las paredes del vecindario. 

Tanto Antonio Lobato como Esteban Ibarra, fundador y presidente de la organización Movimiento contra la Intolerancia, coinciden en que el lenguaje que utilizamos en el día a día importa. "Debemos de tratar de concienciar que hay gente que sufre con sentencias como el maricón de mierda o el moro ese. De nada sirve que luego digas: No, no, yo lo digo en broma. No. Cero bromas contra la exclusión social", defiende Lobato. 

Por su parte, Ibarra reivindica que las instituciones internacionales asuman el discurso del odio, porque si para algunos los delitos de odio no existen, las agresiones de xenofobia u homofobia quedan impunes y son contempladas como una simple agresión cuando se trata de fenómenos universales. "¿Pensáis que los crímenes de odio han comenzado ahora?", pregunta con sorna Esteban Ibarra al público. "En España el delito de odio no se consideraba un problema hasta hace cuatro años. ¿Por qué? Se centraban en los jóvenes y hablaban de violencia urbana, hecho que nosotros, desde nuestra organización, negábamos. Si un hombre golpea a su pareja es violencia de género, hay que ponerle el apellido adecuado", continúa. 

Cano de la Vega, referente a nivel nacional e internacional en la lucha por la diversidad social, expone una cuestión: "¿De verdad hablamos de minorías?". A día de hoy, en España hay 23,6 millones de mujeres frente a los 22,8 millones de hombres, 4,5 millones de habitantes son inmigrantes y 50.000 personas españolas son negras. Por otro lado, en nuestro país hay cerca de 700.000 personas de etnia gitana, 1,5 millones de protestantes, 100.000 judíos, 1,9 millones de musulmanes y haciendo una estimación, entre 1,5 y 5 millones de población LGTBI... "No son una minoría, los colectivos de diversidad social son una gran parte de la sociedad", contesta el jefe de la Policía Local de Fuenlabrada, que desde su posición trabaja para que los cuerpos de seguridad actúen desde la tolerancia y garanticen la atención de las víctimas de los delitos de odio. "Somos conscientes de que hay una parte de la población que no se siente protegida. Nosotros queremos combatir esa realidad porque queremos que la Policía sea el espejo de la sociedad".

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