jueves, 7 de mayo de 2020

La respuesta violenta a la sentencia del «procés» multiplicó por cinco las agresiones políticas en Cataluña

Un estudio independiente contabiliza hasta 977 «incidentes» durante el segundo semestre de 2019

El 96,22 por ciento de las agresiones fueron obra de los partidarios de la secesión de Cataluña

La mitad de las agresiones a independentistas fue obra de radicales que también aspiran a separar la comunidad

Barricada en el centro de Barcelona organizada por independentistas, en octubre de 2019, en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo por el «procés»
Barricada en el centro de Barcelona organizada por independentistas, en octubre de 2019, en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo por el «procés» - JAIME GARCÍA
Los actos vandálicos relacionados con la política en Cataluña se multiplicaron durante el segundo semestre de 2019. Un estudio independiente elaborado por Impulso Ciudadano y Movimiento contra la Intolerancia, publicado este jueves, contabiliza hasta un total de 977 «incidentes de violencia política y odio ideológico». Según cálculos de estas dos asociaciones, esta cifra es «cinco veces más» que los «incidentes» que se produjeron durante el primer trimestre del mismo año (187) 

El estudio, firmado por el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña, creado por las dos asociaciones citadas, destaca que de los 977 «incidentes» contabilizados, 534 se produjeron durante lo que se define como «semana extrema», que va del 14 al 20 de octubre del año pasado y todos atribuibles prácticamente a los partidarios del independentismo (que emplearon «tácticas de guerrilla urbana») en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del procés.
En relación al tipo de «incidentes» o agresiones, el 96,22 por ciento fueron provocados por partidarios de la independencia de Cataluña, lo que representa «un ligero incremento respecto al semestre anterior», en el que fueron el 91,53 por ciento. Los «incidentes» ocasionados por los contrarios a la secesión o favorables a la Constitución fueron el 2,05 por ciento. Y el resto (1,73 por ciento) no se pudo determinar la autoría de las agresiones, fue «recíproca» o «no relacionada con la independencia».
Respecto a los agredidos por estos actos de violencia, en el 28,97 por ciento (283 «incidentes») el objetivo fueron partidarios de la unidad de España. Una cifra que desciende hasta el 4,10 por ciento (40 casos) para los independentistas catalanes. De todas formas, en este caso, el informe destaca que «la mitad de estas últimas agresiones (exactamente 20) fueron provocadas por sectores muy radicalizados del mismo bloque ideológico independentista». Es decir, la mitad de las agresiones que sufren los partidarios de la secesión procede de defensores de la independencia que, normalmente, consideran a los primeros tibios o blandos a la hora de defender el mismo objetivo.
Además, debido a que los «incidentes» sobre todo de la «semana extrema» fueron indiscriminados, «un porcentaje altísimo de actos (el 65 por ciento, que suman 645 casos) se dirigieron contra personas indeterminadas que vieron restringidos sus derechos fundamentales (libertad de tránsito viario, acceso a los puestos de trabajo o a la universidad) como consecuencia de los actos convocados por partidarios de la independencia que han desencadenado numerosos desórdenes públicos».

ERC sufrió 13 incidentes, 12 de «indepes»

En las 89 páginas del informe también se detallan las agresiones a los partidos políticos. El más afectado por «la violencia» en sus sedes (escraches, agresiones, pintadas, lanzamiento de objetos o excrementos, daños…) en Cataluña es el PSC con 33 «incidentes», que representan el 33 por ciento del total. Tras los socialistas, Cs recibió 25 agresiones. El PP y ERC fueron objetivo en el mismo número de casos, en 13 ocasiones. Pero para el partido que lidera Oriol Junqueras desde la prisión cabe destacar que de las 13 agresiones, 12 fueron obra de «otros partidarios de la secesión que afeaban a esta formación su pusilanimidad en la lucha por la independencia». El PDECat-JpC recibió 7 «incidentes». Vox, 5. Y En Comú Podem y la CUP, 2 agresiones cada formación.
Cuadro detallado, que aparece en el informe, contabilizando las agresiones a las entidades civiles de carácter político. En negro, las constitucionalistas; en rojo, las independentistas; y en verde, las que no están adscritas a estos parámetros
Cuadro detallado, que aparece en el informe, contabilizando las agresiones a las entidades civiles de carácter político. En negro, las constitucionalistas; en rojo, las independentistas; y en verde, las que no están adscritas a estos parámetros - ABC
En resumen ideológico nacional en relación a los «incidentes» de los partidos políticos, las formaciones constitucionalistas sufrieron 78 ataques y las secesionistas, 22. En esta línea, en el 95 por ciento de los casos las agresiones fueron cosa de individuos de la órbita secesionista; en el 4 por ciento, de antisecesionistas; y en el 1 por ciento, la autoría es indeterminada. «Es digno de considerar que los grupos constitucionalistas suelen ser calificados recurrentemente por sus agresores como fascistas y sus instalaciones son pintadas con la cruz gamada», se apunta en el estudio.
También se desglosa en el documento el lugar de los «incidentes», entre otros focos analizados por las asociaciones firmantes. La zona más violenta es la de la ciudad de Barcelona, con 333 agresiones, lo que suponen el 34,09 por ciento de los casos totales. En su área metropolitana se produjeron 141 casos (14,43 por ciento). Y, en la provincia de Gerona, 109 «incidentes» (11,16 por ciento). Desde el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña se señala que «la ciudad de Barcelona registra un porcentaje de violencia muy superior al que correspondería por su población, debido esencialmente a la concentración de sedes institucionales que fueron objeto de numerosos ataques durante la semana extrema».
Por último, cabe destacar la valoración que las asociaciones realizan sobre el aumento de la violencia en Cataluña, ante la que muestran su preocupación. «La violencia descrita -indican desde el Observatorio- no es una mera reacción esporádica, sino la exteriorización de una violencia latente durante décadas, alimentada por un discurso de odio ideológico que demoniza las instituciones judiciales y los símbolos comunes españoles y que desprecia las reglas del juego democrático». Y añaden: «Este discurso, alentado desde las instituciones gobernadas por las formaciones nacionalistas, inculca frustración, resentimiento y fobia a lo español y tiene el riesgo de una pradera seca en la que puede prender cualquier pequeña chispa. Además, la práctica de ese discurso conlleva la vulneración de los derechos fundamentales de miles de personas que se ven secuestradas por los intentos de amedrentamiento que ejecutan grupos alimentados de fanatismo excluyente».
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