La nueva oleada de violencia entre Israel y Hamas ha generado una gran alarma en todo el mundo, y un llamamiento al cese de hostilidades por parte de las Naciones Unidas. Para los palestinos e israelíes del foro de familias víctimas del conflicto, esta escalada ha hecho que la memoria del dolor por nuestras pérdidas se haya intensificado.
El pasado 7 de julio el periódico Yedioth Aharonoth publicó 5 cartas escritas desde el dolor de madres que ya han sufrido la pérdida de un hijo tratando de dar algo de consuelo a las nuevas madres que están padeciendo las mismas pérdidas en estos días de violencia.
Una de las madres, la israelí, Tsurit Sarig escribió: ”os envío estas letras desde lo más profundo de mi corazón y con la perspectiva de pérdida de mi hijo, quiero dirigirme a las nuevas madres cuya agonía se suma a una larga lista de personas cuyos seres queridos han muerto en este conflicto. Los actos de intolerancia, incitación al odio y la muerte de los cuatro adolescentes, tres judíos y un palestino, me ha hecho hundirme de nuevo en la más absoluta de la tristeza, que me asola junto con sentimientos de rabia y confusión. Pero quiero deciros que estoy con vosotras, que sé lo que sentís, porque mi hijo mayor también murió por este conflicto. Estoy con vosotras, comparto vuestros sentimientos de dolor y conmoción”.
Una madre palestina, Hanan Lubadeh residente en Nablus, cuyo hijo de 15 años murió en 1989 escribió: “he conocido a madres israelíes en mi misma situación desde hace muchos años, el dolor de una madre es idéntico, no importa que seas de palestina o de Israel. No importa si has nacido en Nablus, Shoafat, Rosh Pinah o Nof Ayalon. El dolor profundo que se nos ha infringido estará para siempre con nosotras”.
Robi Damelin ejerce de portavoz de este foro: “comprendo a la perfección el dolor de una madre perdiendo a su hijo, y no me importa de donde es esa madre, el color de su piel o la forma en que reza por las noches. Las lágrimas que humedecen su almohada por la noche son del mismo color que las mías. No podemos permitir que continúe la violencia. Levantemos nuestras voces para parar esta oleada de violencia y muerte sin sentido. Paremos la violencia, paremos la retórica del horror. Nadie tiene el derecho de usar a nuestros amados hijos como peones en una batalla que nadie puede ganar”.
PCFF mantienen una vigilia por la paz todos los días desde las 6.30 hasta las diez en el patio de un cine de Tel- Aviv.
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